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Sierra de Cazorla y Segura

Día 5 Diciembre.

    Salimos de Rincón sobre las 10 de la mañana, llegando a Jaén a tiempo de visitar el centro histórico, para ello aparcamos en el polideportivo de Salobreja, sitio cómodo y seguro (durante el día). Visitamos la Catedral y las callejuelas adyacentes. Comemos en Casa Vicente, un patio andaluz cubierto de cristal, rodeados de cabezas de toros. La comida excelente pero para bolsillos bien acomodados.
Después de comer, siesta y sobre las 5,30 subimos al Castillo de Santa Catalina, buen aparcamiento en el mismo, impresiona la

 vista, empieza a llover y tomamos un café en el Parador Nacional, la lluvia no para así que decidimos volver a Salobreja y seguir a pié.
Después de algunas compras y cuando ya vamos a volver para dormir, nos comenta un municipal que el sitio donde estamos no es seguro por la noche y nos aconseja el Parking de RENFE, efectivamente tranquilo (9€ la noche) y un diluvio que no para hasta las cinco de la mañana

Día 6 de Diciembre

Después de desayunar salimos para Cazorla, paramos en Úbeda (junto a la plaza de toros), desayunamos y aunque ya hemos 
visitado la ciudad el año pasado, cogemos el mini-microbus, que nos lleva por toda la parte antigua, pasando por calles donde no cabe el trenecito.
Visitamos el Convento y Museo de los Carmelitas Descalzos, donde vino a morir San Juan de la Cruz.
Sobre las 12 marchamos a Cazorla, aparcamos muy bien, paseito y a comer en casa Alberto, después del café, paseo por el

 pueblo.
Sobre las cinco salimos para La Iruela con su impresionante castillo. Nos detenemos solo una media hora, pues pasar el Puerto de las Palomas con la niebla que hay nos han dicho que tiene «bemoles». En efecto la subida es terrorífica, jamás estuve en una carretera tan empinada y con tantas curvas, se nos echa la noche encima, vemos cervatillos y un gran macho, están cerca de sitios habitados y pasan de nosotros.
Aunque nuestra idea era ir mas adelante decidimos pasar la noche en Arroyo frío, nada que ver, pero excelente aparcamiento detrás de los restaurantes, hay tres AC, y por la noche llega otra, damos un paseo por el pueblo que no tiene nada, compramos una bombona de butano, algún que otro detalle y vuelta a la AC, ducha, cena y a la cama.

Día 7 de Diciembre

    Muy tempranito, desayunamos con churros y marchamos para la Torre del Vinagre, de allí al
 aparcamiento de la piscifactoría (inmenso y vacío a esta hora), por una AC que ha hecho noche allí nos informamos de las rutas, decidimos hacer la de tres horas de ida, ya que la siguiente la dejaremos para la próxima vida, si nos reencarnamos
     
Preparamos la mochila y hacemos la ruta del nacimiento del río Borosa (5,30 horas), preciosa, sobre todo el trozo de los balconcillos, esta restaurado pero aun no se ha inaugurado, nos dicen  como pasar la verja, realmente el espíritu  se engrandece en estos lugares, solo vemos a tres o cuatro parejas que van como nosotros y una pandilla de «profesionales» que nos adelantan por babor a una velocidad tipo Andrés Sánchez, y cuya ropa denota que saben lo que hacen.

Volvemos pasadas las 2 y media de la tarde, nos cruzamos con masas ingentes de domingueros, con tacones, cochecitos de niños, etc, no llegarán lejos.
En lugar de volver a la AC, comemos directamente en el restaurante que hay en la piscifactoría. Hoy no hay siesta, solo ducha.
Aunque estamos cansadísimos salimos dirección Hornos de la Sierra, vamos bordeando el embalse del Tranco, que por las señales en sus orillas necesita agua en cantidad.
Aparcamos dentro del pueblo (al lado de una señal de prohibido aparcar), damos una vuelta andando, el pueblo es pequeñísimo, desde el mirador hoy no se ve mas que niebla, damos la vuelta con la AC en la misma plaza del pueblo (tenemos testigos), a la gente solo les faltó aplaudirnos. Es imposible dormir aquí pues las calles son muy empinadas. El GPS nos marca un pueblo muy cerca, así que allí vamos, se llama Cortijos Nuevos, calles amplias, aparcamiento a granel, tiendas abiertas, hacemos unas compras para cenar y a la cama.

Día 8 Diciembre

Despertamos temprano y después del café marchamos para Segura de la Sierra, simplemente espectacular,
 si Hornos corona un monte, Segura corona la Sierra de Segura.
A la entrada hay un gran aparcamiento donde han pernoctado tres AC, cambiamos impresiones que dos de ellos. Hace un frío terrible, 3º y llueve muchísimo acompañado de un viento fuerte, se hace difícil andar.

Aquí se retiró Jorge Manrique a escribir, y dentro de la muralla hay un estatua en su honor.
Recorremos el pueblo y no subimos al castillo ya que el viento y al agua arrecian, notamos en las piernas la caminata del día anterior y sobre la marcha decidimos irnos a ver parte de la sierra de Andujar. Salimos por Orcera, La puerta del Segura y Puente Genave.
Comemos en plena Sierra de Andujar (Mesón El Rancho), excelente el venado con setas, en la carretera que va al cerro del Cabezo. Echamos una siesta en un paraje idílico de altos pinos y suelo verde. Al despertar vamos a la Virgen de la Cabeza, hay mucho por lo que pedir.
Al atardecer vamos a Andujar, aparcamos sin problemas en pleno centro y vamos a dar una vuelta, estando en ello nos llaman de casa, Carla ha tenido que ser ingresa en el Materno; sin pensarlo cogemos la AC y para el Rincón de la Victoria, llegamos sobre las 11 de la noche, cansados, muy cansados.

En resumen:
La sierra de Cazorla espectacular, sin problemas de aparcamiento en ningún pueblo excepto en Hornos de la Sierra, excelentes comidas, bellísimos paisajes, volveremos en primavera con mas días y el viaje perfectamente preparado.

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